METAMORFOSIS NATURAL




Estoy solo en la inmensidad,
lejos de los páramos de la cordura,
lejos de las carroñas sin sentido
con las que nos tienta la muerte.

Las rocas apiladas junto al río
son como cráneos secos de tanto pensar.
La soledad de los abismos,
magnetos de los que es imposible escapar.

El fango verde, la carnosidad de las piedras,
y las nubes grises,
son el abono de esta pena que me alegra.
¿Acaso alegría y tristeza
son dos viejas hermanas gemelas?

Ahora que la lluvia asoma
me contagia la melancolía del invierno.

-Incluso la libertad
aturde el equilibrio de las lágrimas-.


II.-

El manantial de vino
cae en cascadas desde el cielo lúgubre.
Cae sobre enormes y perezosas rocas
que toman el sol y el frío,
ante la corriente cana y crespa
de erosionados ríos.

Los últimos rayos del sol
pican como las abejas,
y olvidan su miel en el fondo de mis ojos.
El tiempo se nutrirá de ella
y me dejará los huesos secos y límpios,
como me dejó el olvido.

Es hora de volver a casa
y comprobar en el espejo
que no me he tornado
piedra, lluvia, río...



No hay comentarios:

Powered By Blogger